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La evolución se refiere a los cambios en las características de una población a través de la sucesión de las generaciones. Abarca los cambios en sus rasgos y comportamientos, es decir, su fenotipo; así como las variaciones en su estructura genética, o sea, su genotipo. Estos procesos evolutivos han generado la enorme diversidad de organismos presentes en nuestro planeta.
Los procesos evolutivos de una población se producen de distintas formas. Una de ellas es la selección natural, en la que la supervivencia del más apto en un determinado ambiente, con la desaparición de los más débiles, determina cuáles son las características que sobreviven. La selección artificial se contrapone a este concepto; en este caso, lo que produce la modificación en la composición de las poblaciones es la intervención de factores externos al ambiente.
El camino evolutivo que toma una especie también puede diferir dependiendo del medio ambiente y de factores biológicos. Uno de los caminos de la evolución se llama evolución divergente. En la evolución divergente, una determinada especie se diferencia de otras parecidas, lo que puede darse a través de procesos naturales o por selección artificial basada en rasgos diferenciales y reproducción selectiva. Estos organismos comienzan a diferenciarse entre sí hasta convertirse en una especie diferente. Con el tiempo, a medida que ambas especies continúan evolucionando, las diferencias incrementan. En otras palabras, han divergido. La evolución divergente es el tipo de evolución que ha creado mayor diversidad biológica en la Tierra.
Cómo se origina la evolución divergente
La evolución divergente puede originarse a través de sucesos fortuitos que se producen a lo largo del tiempo. En otros casos, la evolución divergente se torna necesaria para la supervivencia en un ambiente que se ha modificado. Algunos de los acontecimientos que pueden desencadenar un proceso de evolución divergente son las catástrofes naturales como las erupciones volcánicas, fenómenos meteorológicos, la propagación de enfermedades o un cambio climático general en la zona en la que vive la especie original. Estas alteraciones del ambiente hacen necesario que las especies muten para sobrevivir. Entonces la selección natural actuará preservando las especies cuyos rasgos sean los adecuados para la supervivencia.
Radiación adaptativa
A veces se equipara el término radiación adaptativa con el de evolución divergente. Sin embargo, la mayoría de las publicaciones sobre el tema están de acuerdo en que la radiación adaptativa se centra más bien en la micro evolución de una población que se reproduce rápidamente. Los procesos evolutivos de radiación adaptativa combinan las mutaciones genéticas y la selección natural. La radiación adaptativa puede conducir a una evolución divergente a lo largo del tiempo a medida que las nuevas especies profundizan la diferenciación, o divergen, en diferentes direcciones en el árbol de la vida. Es una forma de generación de especies muy rápida; la evolución divergente generalmente toma más tiempo.
Desarrollo de la evolución divergente
Una vez que una especie ha divergido a través de la radiación adaptativa u otro proceso microevolutivo, la evolución divergente se desarrollará más rápidamente si hay algún tipo de barrera física o una diferenciación reproductiva o biológica que impida que las poblaciones se combinen nuevamente entre sí. Avanzado el desarrollo del proceso evolutivo, la diferenciación y la adaptación pueden combinarse y hacer entonces imposible que las poblaciones se recombinen de nuevo.
Un ejemplo de radiación adaptativa que condujo a una evolución divergente son los pinzones de Charles Darwin. A pesar de que su apariencia general es similar y son claramente descendientes del mismo antepasado común, tienen diferentes formas de pico y ya no son capaces de recombinarse naturalmente. Esta falta de mestizaje y los diferentes nichos que los pinzones han ocupado en las islas Galápagos llevaron a que con el tiempo se profundizaran las diferencias de las poblaciones. Todas las especies tienen una altura similar, entre 10 y 20 cm; la diferencia principal entre las distintas especies es el tamaño y forma del pico, como muestra la figura inferior. La forma de los picos se adaptó a las diferentes fuentes de comida en ese hábitat; su comportamiento y tipo de canto también los diferencian.
Extremidades anteriores
Un ejemplo más ilustrativo de la evolución divergente en la historia de la vida en la Tierra son las extremidades anteriores de los mamíferos. A pesar de que las ballenas, los gatos, los seres humanos y los murciélagos son muy diferentes morfológicamente y en los nichos que ocupan, los huesos de las extremidades anteriores de estas especies tan diferentes son un claro ejemplo de evolución divergente. Claramente las ballenas, los gatos, los humanos y los murciélagos no pueden cruzarse y son especies muy diferentes, pero la estructura ósea similar en las extremidades anteriores (ver la figura inferior) indica que una vez divergieron de un ancestro común. Los mamíferos son un ejemplo de evolución divergente por su drástica diferenciación a lo largo de un prolongado período de tiempo, pero aún conservan estructuras similares que indican que están relacionados en algún lugar del árbol de la vida.
La diversidad de las especies en la Tierra ha aumentado con el tiempo, sin considerar los períodos en la historia de la vida donde ocurrieron extinciones masivas. Esto es, en parte, un resultado directo de la radiación adaptativa y también de la evolución divergente. La evolución divergente continúa desarrollándose en las especies actuales de la Tierra, generando aún más especies.
Fuentes
- Patterson C. Evolution. Natural History Museum, Londres, 1999.
- Schluter D. The Ecology of Adaptive Radiation. Oxford University Press, 2000.
- Cajal A. Evolución divergente: causas y ejemplos.