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Eridu fue uno de los primeros asentamientos humanos permanentes en Mesopotamia y quizás también en el mundo. El fechado de los niveles inferiores de las ruinas revela que corresponden al año 4900 antes de Cristo, siendo el apogeo de la ciudad a principios del cuarto milenio. Eridu estaba emplazada a unos 26 kilómetros al sur de la actual ciudad de Nasiriyah, en Irak, y a unos 24 kilómetros de la antigua ciudad sumeria de Ur.
En el emplazamiento del asentamiento se han identificado 19 niveles correspondientes a diversos momentos de la evolución de la ciudad. Los niveles, identificados durante las excavaciones realizadas en la década de 1940, ostentan una arquitectura de ladrillos de barro construida entre los períodos El Obeid temprano y Uruk tardío.
Originalmente, la ciudad posiblemente estuvo construida cerca de la costa del golfo Pérsico, en una red de canales; sin embargo, debido a la acumulación de sedimentos transportados por los ríos Tigris y Éufrates, actualmente la línea de la costa se encuentra alejada del yacimiento arqueológico.
La ciudad
El sitio arqueológico está formado por un inmenso montículo, un óvalo elevado unos 7 metros producto de la acumulación de ruinas superpuestas durante miles de años de ocupación, como muestra la figura superior. Los niveles inferiores corresponden a la acumulación de los restos de las edificaciones del período El Obeid, mientras que los niveles más recientes corresponden a los restos del recinto sagrado sumerio, una torre, un templo y un complejo de otras estructuras, rodeados de un muro de piedra. La ciudad habría llegado a cubrir una superficie de 40 hectáreas, incluyendo un área residencial de 20 hectáreas y una acrópolis de 12 hectáreas.
Una característica distintiva de Eridu son sus templos en forma de zigurat. Los zigurat eran los templos característicos de Mesopotamia, construidos en forma de pirámide sobre una base rectangular u ovalada; se accedía a ellos por escaleras laterales o en espiral. El templo más antiguo consistía en una pequeña habitación con un nicho y una mesa para ofrendas. Los templos posteriores fueron cada vez más grandes, siguiendo el formato de zigurat. El zigurat de Enki, la Casa de las Aguas, permanece en nuestros tiempos.
Las excavaciones revelaron evidencia de abundante actividad en alfarería en el período El Obeid, con gran cantidad de elementos de trabajo dispersos y restos de hornos. La principal actividad económica del asentamiento más antiguo era la pesca. En las excavaciones se encontraron redes de pesca, fardos de pescado seco y embarcaciones de caña.
La leyenda sobre la fundación de Eridu
Recuperada de varios documentos, la primera parte de la leyenda sobre la fundación de Eridu alude a la diosa madre Nintur, quien llamó a sus hijos nómadas y les aconsejó asentarse en ciudad, construir templos y vivir bajo el mandato de reyes. La segunda parte de la leyenda cuenta el prolongado reinado de Alulim y Alagar.
La leyenda también describe una gran inundación causada por el dios Enlil. Nintur advirtió al rey de Eridu, Ziusudra, acerca de la inundación, encomendándole construir una embarcación para albergar una pareja de cada ser vivo y así salvar la vida sobre la Tierra. La leyenda se retoma en el Antiguo Testamento en el arca de Noé y en la historia de Nuh en el Corán.
El declive de Eridu
Eridu fue perdiendo relevancia mientras crecía la importancia de la ciudad de Ur. Pero hasta su desaparición durante el siglo VI antes de Cristo tuvo un rol significativo, siendo el lugar de residencia de la familia gobernante neobabilónica.
Fuentes
Alhawi, N. A., Albadran, B. N., Pournelle, J. R. The Archaeological Sites along the Ancient Course of Euphrates River. American Scientific Research Journal for Engineering, Technology, and Sciences 29: 1–20, 2017.
Richardson, Seth. Early Mesopotamia: The Presumptive State. Past & Present 215 (1): 3–49, 2012.