El juego de pelota que se practicaba en las culturas de Mesoamérica es el deporte más antiguo que se conoce en el continente americano, y sus primeros registros tienen unos 3700 años de antigüedad. Su práctica en las culturas mesoamericanas como la olmeca, la maya, la zapoteca y la azteca constituía una actividad ritual, política y social que involucraba a toda la comunidad. El juego de pelota se practicaba en sitios que contaban con edificaciones y una disposición particular identificados en muchos sitios arqueológicos; hoy en día se les denomina canchas de pelota. Se han identificado unas 1300 canchas de pelota a lo largo de Mesoamérica.
Los orígenes del juego de pelota
El primer registro de la práctica del juego de pelota se encontró en figuras de cerámica recuperadas en el conjunto funerario del sitio arqueológico El Opeño, en el estado de Michoacán, en el oeste de México. Estas figuras de cerámica representaban jugadores de pelota y se estila que son de alrededor del año 1700 antes de Cristo. En el sitio arqueológico El Manatí, en el estado mexicano de Veracruz, se encontraron catorce pelotas de látex que se usaban en el juego; este sitio era un lugar sagrado hasta el 1200 antes de Cristo.
La pelota más antigua encontrada hasta ahora se confeccionó alrededor del año 1400 antes de Cristo, y fue encontrada en el sitio arqueológico Paso de la Amada, en el estado de Chiapas, al sur de México. Este sitio se desarrolló en el período Formativo Temprano, que transcurrió entre los años 1800 y 1000 antes de Cristo.
Las primeras imágenes en las que se pueden identificar elementos del juego de pelota como el traje y sus piezas se encontraron en San Lorenzo, una de las dos ciudades principales de los olmecas y que se desarrolló entre los años 1400 y 1000 antes de Cristo. Allí se encontraron estatuillas de cerámica que reproducían jugadores del juego de pelota, fechadas con carbono 14 entre los años 1250 y 1150 antes de Cristo.
Hay coincidencia entre los arqueólogos en que el origen del juego de pelota está asociado a la estructuración de las comunidades mesoamericanas en clases sociales diferenciadas. La cancha de juego de pelota en Paso de la Amada se construyó cerca de la casa del gobernante. Las esculturas colosales con formas de cabeza, típicas de la cultura olmeca, ostentaban cascos del juego de pelota. El juego de pelota era una forma de explicitar la diferenciación social.
Más que un deporte, el juego de pelota era un ritual ceremonial. A través del juego también se resolvían problemas comunitarios y comerciales, como una herencia o pleitos por la posesión de tierras; el juego también dirimía problemas políticos, sustituyendo en ocasiones a los enfrentamientos armados.
El juego de pelota
La cancha
Las canchas del juego de pelota eran espacios abiertos enmarcados por construcciones específicas asociadas a la dinámica del juego. En la imagen siguiente se muestra la cancha de pelota de Chichen Itzá, una ciudad maya del período clásico tardío situada en la península de Yucatán y que tuvo su auge entre los siglos IX y XII.
La cancha estaba formada por dos estructuras paralelas que delimitaban un patio central. En la cancha de pelota de Chichen Itzá se observa un fenómeno acústico particular; los sonidos emitidos en la pared sur de la cancha se pueden escuchar en el extremo opuesto de la pared debido a la reverberación del sonido en la pared opuesta. Las paredes laterales de las canchas tenían planos inclinados donde rebotaba la pelota, y en algunos casos tenían aros de piedra fijados en la parte superior de una de las paredes. En la cancha de pelota de Chichen Itzá este aro puede observarse en la parte central de la pared izquierda.
Las canchas de pelota generalmente estaban rodeadas por otros edificios e instalaciones, la mayoría de los cuales probablemente estaban construidas con materiales perecederos. Las construcciones de mampostería usualmente incluían muros bajos que circundaban la cancha y plataformas desde las cuales la gente podía observar el juego.
Casi todas las principales ciudades mesoamericanas tenían al menos una chancha de pelota. Curiosamente, todavía no se ha identificado ninguna cancha de pelota en Teotihuacán, el centro urbano de una cultura que se desarrolló en el altiplano central de México y tuvo su apogeo en el período clásico, entre los siglos III y VII. Se pudo identificar una imagen asociada al juego de pelota en los murales de Tepantitla, uno de los complejos residenciales de Teotihuacán, pero no se encontró una cancha de pelota.
Tampoco se encontró una cancha de pelota en las ciudades mayas de Bonampak y Tortuguero. La cancha de pelota de Chichén Itzá es la más grande encontrada. El Tajín, un centro que floreció entre el período clásico tardío y el posclásico en la costa del Golfo de México, tenía 17 canchas de pelota.
La pelota
La pelota para el juego estaba confeccionada con el látex líquido extraído del árbol del caucho (Castilla elástica) vulcanizado con partes molidas de una enredadera (Ipomoea alba). Cada jugador tenía su pelota propia, cuyo tamaño podía variar entre el de una pelota de tenis y el de una pelota de fútbol, mientras su peso oscilaba entre 3 y 5 kilos.
El juego
Debido al extremadamente largo lapso en que se practicó el juego de pelota y a la gran variedad de comunidades que lo incorporaron a sus relaciones sociales, igualmente hubo muchos tipos de juego de pelota con distintas reglas. La variante más extendida era el juego con la cadera. El juego comenzaba lanzando la pelota a la cancha con la mano, y a partir de ese momento solo se la podía tocar con las caderas y los muslos. El objetivo del juego era meter la pelota en la zona de anotación del oponente; sin embargo, en versiones más recientes se incluyó el aro que se observa en la cancha de Chichen Itzá. Se conseguía una anotación al pasar la pelota a través del aro, aunque esto era muy difícil ya que el aro se encontraba a una gran altura y seguramente no era la forma más usual de obtener un punto.
No hay registros que describan las reglas del juego; una de las fuentes de información sobre el juego de pelota es el Popol Vuh, el «libro del consejo» o «libro de la comunidad» que recoge las leyendas mayas. El libro describe la cosmovisión y costumbres mayas a través de los relatos de los mitos sobre el origen del mundo y diversos sucesos relacionados con la civilización maya y la naturaleza. De los relatos del Popol Vuh se puede inferir que se podía jugar enfrentando a dos personas, a dos parejas o a dos equipos.
Los juegos de pelota eran violentos y peligrosos, y los jugadores usaban equipos de protección característicos generalmente hechos de cuero como cascos, rodilleras, protectores de brazos y pecho y guantes. En el relato del Popol Vuh de la leyenda de los gemelos Junajpu y Xbalamke, en la que combaten en un juego de pelota con las deidades del inframundo maya, los Señores de Xibalba, se dice:
Lo que deseaban los de Xibalba eran los implementos de juego de Jun Junajpu y Wuqub Junajpu: sus protectores de cuero, sus cinturones, sus protectores de brazos, sus penachos, sus pañuelos protectores, los atavíos de Jun Junajpu y Wuqub Junajpu…
En varias culturas mesoamericanas el juego de pelota involucraba sacrificios humanos. Entre los aztecas el equipo perdedor del juego de pelota podía ser decapitado en una ceremonia religiosa. En el Popol Vuh, el juego de pelota aparece como una forma de relación entre el inframundo y los mitos que representan la creación de los seres humanos. Sobre la muerte de los primeros gemelos a manos de los Señores de Xibalba y en relación al juego de pelota, en el Popol Wuj se cuenta:
… Como era camino a Xibalba donde jugaban, fueron escuchados por Jun Kame y Wuqub Kame, Señores de Xibalba: ¿Qué es lo que está pasando sobre la faz de la Tierra? Están saltando y corren haciendo bulla. ¡Que los vayan a traer! Que vengan a jugar pelota aquí, que habremos de derrotarlos. Ya no nos tienen deferencia, no nos respetan y tampoco tienen vergüenza. Que los vayan a jalar de allá arriba…
Y los gemelos Junajpu y Xbalamke, hijos de Jun Junajpu, derrotan finalmente a los Señores de Xibalba en un juego de pelota.
El juego de pelota también se practicaba de manera informal, y podía estar relacionado con eventos comunitarios y celebraciones. Las apuestas en los juegos de pelota era una práctica social muy común.
Los participantes del juego de pelota
Toda la comunidad estaba involucrada de alguna manera en un juego de pelota. Los propios jugadores probablemente eran hombres de orígenes o aspiraciones nobles, y los ganadores obtenían riquezas y prestigio social.
La construcción de la cancha de pelota, así como la organización del juego. requirieron de la participación de personas y grupos sociales de la comunidad. En muchos casos el juego de pelota estaba asociado a ceremonias religiosas que se desarrollaban antes y después del acontecimiento.
Todas las clases sociales participaban como espectadores del evento: el pueblo de la localidad y gente que venía de otros lugares, nobles y plebeyos, aficionados al deporte y vendedores de comida. Las apuestas eran un componente importante de los juegos de pelota y los apostadores eran tanto nobles como plebeyo; hay registros de que los aztecas tenían regulaciones muy estrictas sobre el pago de apuestas y las deudas.
Existe hoy en día una versión moderna del juego de pelota mesoamericano llamado ulama que se juega en Sinaloa, en el noroeste de México. El juego se practica con una pelota de goma que se golpea solo con la cadera y se asemeja al voleibol pero sin red.
Fuentes
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