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Los Hijos de la Libertad (Sons of Liberty en inglés) fue el nombre una organización de patriotas americanos que surgieron en las colonias británicas de América del Norte. El grupo se formó para proteger los derechos de los colonos y para manifestarse contra los abusos del gobierno británico. Son especialmente conocidos por su participación en el Motín del Té, que ocurrió en Boston en el año 1773. Allí se opusieron a la Ley del Sello, una campaña de represión del gobierno británico.
Origen e historia
A mediados del siglo XVIII, en lo que hoy es Estados Unidos, comenzaron a surgir organizaciones secretas para defender sus derechos. Algunas de ellas fueron el Boston Caucus Club y los Loyal Nine. Más tarde, estos grupos se unificaron bajo el nombre de los Hijos de la Libertad. Este nombre proviene de un discurso que dio el coronel Isaac Barré en el Parlamento británico, en el que se refirió a los colonos de esta forma.
Los Hijos de la Libertad era una organización clandestina, cuya popularidad permitió a sus líderes coordinar diferentes eventos para protestar y defender sus derechos. Además, se convirtió en un símbolo para promover la cooperación entre las colonias, para luchar contra las acciones del Parlamento y la Corona. Por eso, su lema se convirtió en «no taxation without representation«, que en español significa «no a los impuestos sin representación».
En 1766, los Hijos de la Libertad firmaron su constitución, demostrando que no tenían intención de iniciar una revolución. Si bien la acción del grupo avivó las llamas de la revolución, los Hijos de la Libertad solo exigían que el gobierno británico tratara a los colonos de manera justa.
Los miembros del grupo Hijos de la Libertad
Hoy en día, gran parte de la historia de los Hijos de la Libertad permanece empañada por el mismo secreto en el que nació; sin embargo, se cree que algunos de los miembros más notables del grupo eran:
- Benjamin Edes, editor de la revista Boston Gazette.
- Henry Bass, comerciante .
- John Avery Jr, destilador.
- Thomas Chase, destilador.
- Thomas Crafts, pintor.
- Stephen Cleverly, orfebre.
- John Smith, artesano de latón.
- Joseph Field, capitán de barco.
- George Trott, joyero.
- Henry Welles, marinero.
- Joseph Field, capitán de barco.
- Paul Revere, orfebre.
La mayoría de los líderes de la organización eran de clase media: artesanos, abogados, comerciantes y políticos. Además de los miembros mencionados, también fueron esenciales Samuel Adams y su primo John Adams, quien posteriormente sería el segundo Presidente de los Estados Unidos. Ninguno de ellos fue miembro del grupo pero se cree que colaboraban indirectamente.
Para defender la causa, los Hijos de la Libertad tenían en claro que debían obtener el apoyo de las clases bajas. Varios de sus miembros trabajaban en imprentas, así que a través de artículos transmitieron sus ideas y detalles sobre sus reuniones y manifestaciones.
Los Hijos de la Libertad también se reunían para determinar a qué candidatos apoyar. Las autoridades británicas utilizaron esta práctica para difamar a la organización, llamándolos «Hijos de la Violencia» o «Hijos de la Injusticia».
Además, el grupo también tenía una red interna de comunicación entre las diferentes colonias, lo cual les permitió tomar medidas más efectivas en su lucha. Un ejemplo de esta unión fue la protesta por el Acta Townshend publicada en 1768, cuando los colonos organizaron un boicot a los productos de Gran Bretaña.
La Ley del Sello
La Ley del Sello, también conocida como la Ley del Timbre (Stamp Act en inglés), fue una ley del Parlamento británico. Se sancionó en 1765 y confirmaba la aplicación de un impuesto directo y específico para las trece colonias británicas en América. La legislación requería que la mayoría de los materiales impresos en las colonias se publicaran en papel sellado que fuera producido en Londres, y tuvieran el sello fiscal.
Los materiales impresos eran documentos legales, revistas, periódicos y muchos otros tipos de impresión que se utilizaban en todas las colonias. Al igual que los impuestos anteriores, el impuesto a los sellos tenía que pagarse en moneda británica, no en papel moneda colonial. El objetivo del impuesto era ayudar a pagar a las tropas enviadas a Norteamérica después de la victoria británica en la Guerra de los Siete Años, así como controlar la creciente libertad de prensa en las colonias. El gobierno británico consideró que las colonias eran los principales beneficiarios de esta presencia militar, por lo que debían pagar por lo menos una parte de los gastos.
Protestas por la Ley del Sello
Esta ley desencadenó una fuerte oposición cada vez mayor en todas las colonias. El público respondió con protestas y actos ocasionales de vandalismo. Lo que en principio había sido una oposición verbal a la ley se convirtió, rápidamente, en violencia. En Boston, en la mañana del 14 de agosto de 1765, algunos manifestantes que se creía eran miembros de los Hijos de la Libertad atacaron la casa del distribuidor local de sellos británico Andrew Oliver.
Los manifestantes colocaron la imagen de Oliver en el «Árbol de la Libertad» y más tarde ese mismo día, arrastraron la efigie de Oliver por las calles, destruyendo además el nuevo edificio que había construido para usarlo como oficina postal. Cuando Oliver se negó a renunciar, los manifestantes decapitaron su efigie frente a su casa antes de romper todas las ventanas, destruir la cochera y robar el vino de la bodega.
Habiendo recibido claramente el mensaje, Oliver renunció al día siguiente. Sin embargo, la renuncia de Oliver no fue el final de la revuelta. El 26 de agosto, otro grupo de manifestantes saqueó y prácticamente destruyó la majestuosa casa del vicegobernador Thomas Hutchinson, el cuñado de Oliver, que vivía también en Boston.
Las protestas continuaron en todas las colonias y obligaron a dimitir a más funcionarios británicos. En los puertos marítimos coloniales, los barcos entrantes cargados con sellos y papel británicos se vieron obligados a regresar a Londres.
La oposición a la Ley del Sello no se limitó a las colonias. Numerosos comerciantes y fabricantes británicos, cuyas exportaciones a las colonias se vieron amenazadas por los problemas económicos que produjo el impuesto, también presionaron al Parlamento británico.
En marzo de 1765, los Hijos de la Libertad ya tenían facciones consolidadas en Nueva York, Connecticut, Nueva Jersey, Maryland, Virginia, Rhode Island, Nueva Hampshire y Massachusetts. En noviembre de ese mismo año se formó un comité en Nueva York para organizar la correspondencia secreta entre los distintos grupos de Hijos de la Libertad.
Derogación de la Ley de Sellos
Entre el 7 y el 25 de octubre de 1765, los delegados electos de nueve colonias convocaron el Congreso de la Ley del Sello en Nueva York. Su propósito fue idear una protesta unificada contra esta ley. Para ello, los delegados redactaron una “Declaración de derechos y agravios” donde afirmaron su creencia de que solo los gobiernos coloniales elegidos localmente, en lugar de la Corona británica, tenían la autoridad legal para cobrar impuestos a los colonos.
Durante los meses siguientes, los boicots a las importaciones británicas por parte de los comerciantes coloniales alentaron a los comerciantes de Gran Bretaña a pedir al Parlamento que derogara la Ley de Sellos. Las mujeres tuvieron un rol emprendedor durante los boicots ya que comenzaron a hilar telas para sustituir los productos textiles británicos. Por su labor, se las llamó las Hijas de la Libertad.
Finalmente, en marzo de 1766, después de una apelación apasionada de Benjamin Franklin ante la Cámara Británica, el Parlamento votó a favor de derogar la Ley del Sello, casi un año después de su promulgación.
El legado de los hijos de la libertad
En mayo de 1766, después de enterarse de la derogación de la Ley del Sello, los miembros de los Hijos de la Libertad se reunieron bajo las ramas del mismo «Árbol de la Libertad» en el que habían colgado la efigie de Andrew Oliver para celebrar su victoria.
Años más tarde, tras el final de la Revolución Americana en 1783, Isaac Sears, Marinus Willet y John Lamb revivieron a los Hijos de la Libertad en un mitin de marzo de 1784 en Nueva York. Allí el grupo pidió la expulsión de los realistas británicos restantes en el estado.
En una elección celebrada en diciembre de 1784, los miembros de los nuevos Hijos de la Libertad obtuvieron suficientes votos en la legislatura de Nueva York para aprobar un conjunto de leyes diseñadas para castigar a quienes juraban lealtad a los británicos.
Estas leyes exigían la confiscación de todas las propiedades de los realistas; sin embargo, eran una violación al Tratado de París que puso fin a la Revolución Americana. Refiriéndose a dicho tratado, Alexander Hamilton defendió con éxito a los realistas, favoreciendo la paz y la cooperación entre Estados Unidos y Gran Bretaña.
Bibliografía
- De la Guardia Herrero, C. Historia de Estados Unidos. (2013). Edición kindle.
- Jenkins, P. Breve historia de Estados Unidos. (2009). España. Alianza.