10 herramientas mnemotécnicas inteligentes y por qué funcionan

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Las reglas o herramientas mnemotécnicas (o nemotécnicas) son frases, rimas, diagramas o canciones que se utilizan como herramientas para facilitar la memorización y el aprendizaje. Son bastante comunes entre los estudiantes de todas las edades y todos los niveles de estudio, ya que facilitan memorizar y recordar conceptos, nombres y otros datos.

Qué es la mnemotecnia

La palabra mnemotecnia deriva del griego y está formada por la palabra mnéme que significa «memoria»; la palaba techne, que quiere decir «técnica» o «arte»; y el sufijo –ia, que indica «cualidad». Por lo tanto, la mnemotecnia se puede definir como un método o técnica que se utiliza para memorizar algo a mediano o largo plazo.

La mnemotecnia es muy útil en el aprendizaje de cualquier disciplina, especialmente para recordar el vocabulario nuevo de un idioma, los nombres técnicos, las partes del cuerpo, las distintas clasificaciones de los seres vivos, etc. Para ello, existen las reglas mnemotécnicas, que son maneras prácticas de memorizar contenidos.

Qué son los recursos mnemotécnicos

Los recursos mnemotécnicos, también llamados reglas, herramientas o métodos mnemónicos, son frases, acrónimos o rimas que ayudan a recordar distintos tipos de información.

Generalmente, la eficiencia de las reglas mnemotécnicas depende de cada persona. Por ejemplo, algunas personas tienen una mayor facilidad para recordar sonidos, mientras que otras recuerdan mejor las imágenes. Por eso, es necesario que el estudiante pruebe diferentes recursos hasta encontrar los que le sean más efectivos.

Cómo funcionan las reglas mnemotécnicas

Nuestra mente almacena y relaciona toda la información que recibimos como una gran base de datos. Las reglas mnemotécnicas funcionan, básicamente, como una llave que le permite al cerebro abrir los cajones de la memoria donde se encuentra la información que necesitamos recordar. Son factores disparadores que ayudan a evocar los recuerdos.

De este modo, las reglas mnemotécnicas nos permiten acceder a una mayor cantidad de información, simplemente recordando pocos datos relacionados entre sí.

Curiosamente, en muchos casos cuanto menos sentido tengan las frases mnemotécnicas, más fácilmente resultará recordarlas. La memorización también se refuerza mediante otros estímulos, como el movimiento físico, los sonidos, las imágenes y los olores.

Tipos de reglas mnemotécnicas

Algunas de las reglas mnemotécnicas más populares son:

  • El método loci
  • Las rimas y frases
  • El método del relato
  • El método de la cadena
  • Los acrónimos
  • Las asociaciones
  • La organización
  • Las imágenes visuales
  • Las canciones
  • La conversión de números

El método de loci

El método de loci, que en latín significa «lugares», es una técnica mnemónica que creó el poeta griego Simónides de Ceos (556-468 a. C.) y que posteriormente adoptaron algunos de los filósofos más importantes de la Antigua Grecia. De hecho, es una de las reglas mnemotécnicas más antiguas que se conocen.

El filósofo Cicerón usaba este método para memorizar sus discursos. En la Edad Media, los monjes lo utilizaban para memorizar la Biblia.

Esta técnica también se conoce como «el palacio de los recuerdos» y consiste en imaginar un lugar conocido, que sea familiar. Puede ser una casa, una habitación o cualquier otro sitio.

Para aplicar esta técnica es necesario imaginar el lugar, y en él se debe colocar, como objetos, la información que se desea memorizar. Por ejemplo, si se trata de recordar un discurso, se puede imaginar un tema o parte del discurso en cada habitación de la casa. De esta manera, la introducción estará en la puerta de la casa y la conclusión final, por ejemplo, en el jardín.

El método de loci es ideal para memorizar procesos, instrucciones y temas que requieran su memorización en orden. Actualmente, es una de las técnicas más populares de memorización y se usa en diferentes campos.

Las rimas y frases

Las rimas son frases cuyas palabras se ordenan de manera que concuerden las sílabas con sonidos similares al final. Son muy comunes en la poesía. Las rimas son fáciles de recordar porque estimulan la memoria auditiva.

Un ejemplo común de frases con rimas que se usa para memorizar la duración de los meses es: «Treinta días tiene noviembre, con abril, junio y septiembre; solo uno veintiocho; y los demás, treinta y uno».

Además de las rimas, a menudo se elaboran frases creativas o juegos de palabras que incluyan los términos o conceptos que se desean memorizar. Por ejemplo, este método se puede aplicar para recordar la ortografía de un verbo: «El verbo echar echa la hache por la ventana».

El método del relato

Esta técnica consiste crear una historia corta donde se incluyan todas las palabras que queremos recordar. Es importante es que la historia sea lo más agradable y lógica posible.

Por ejemplo, para recordar las palabras Himalaya – Everest – China – Nepal – 8.849m., el relato podría ser: «Lucía había escuchado hablar sobre el Himalaya pero nunca había viajado hasta allí. De hecho, ni siquiera sabía que se encontraba en la frontera entre China y Nepal. Cuando buscó más información sobre este lugar, descubrió el Everest, la montaña más alta del mundo. Y se sorprendió aún más cuando leyó que mide 8.849m de altura».

El método de la cadena

El método de la cadena consiste en identificar las palabras más importantes del tema o texto que se desea memorizar. Es decir, seleccionar las palabras claves para después poder relacionarlas de una manera lógica. Por ejemplo, si se necesita recordar el contenido de un ensayo sobre la importancia de la forestación y las consecuencias de la tala indiscriminada de árboles en el Amazonas, bastará con memorizar las palabras claves en el orden en que aparecen en el texto: tala – desforestación – Amazonas – forestación – futuro.

De este modo, se crea una «cadena» de palabras que servirán como disparadores para recordar el resto del texto. Este método se puede complementar también con otras técnicas, como las asociaciones o las imágenes mentales.

Las imágenes mentales

Las imágenes mentales son otra forma efectiva de memorizar palabras, especialmente para aquellas personas que tienen una mayor memoria gráfica.

Este método se basa en la imaginación. Para ello, se deben imaginar o visualizar mentalmente los conceptos que se necesitan memorizar, en forma de imágenes. Por ejemplo, si se desea memorizar una lista de compras, se puede crear una versión visual de cada uno de los productos en la mente, como si fuera una película o un álbum de fotografías.

Las canciones

La música y los sonidos, en particular, son grandes aliados a la hora de memorizar palabras. Por eso, es frecuente encontrar canciones infantiles que enseñan a los niños a memorizar los números, las letras, los colores, las formas, los animales y mucho más.

Las canciones también ayudan a ampliar el vocabulario y a recordar la pronunciación de las palabras. También se usan para reforzar el aprendizaje de normas de comportamiento, descripciones de objetos y lugares.

El ejemplo más común es la canción del abecedario, que aparece en innumerables versiones e idiomas. Algunas de ellas incluyen solo las letras, pero otras también asocian colores y palabras con cada una de ellas.

Los acrónimos

Otra regla mnemotécnica muy popular es el uso de los acrónimos. Un acrónimo es una palabra que se compone de las primeras letras o grupos de letras de un nombre o de una frase. Algunos acrónimos famosos son Mapfre (Mutualidad de la Agrupación de Propietarios de Fincas Rústicas de España) y MERCOSUR (Mercado Común del Sur).

Otro acrónimo bastante utilizado es el de los objetivos SMART, que se refiere a las características que debe tener una meta para poder alcanzarla de manera rápida y efectiva. Este acrónimo está formado por las palabras inglesas specific / «específico»; measurable / «medible»; achievable / «alcanzable»; relevant / «relevante»; y timely / «oportuno».

Existen varias maneras de formar acrónimos. Se pueden tomar las letras iniciales de las palabras o las sílabas. Por ejemplo, si se necesitan recordar las provincias que conforman la Comunidad de Andalucía (Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla), se puede crear un acrónimo con la primera sílaba de cada palabra: Alcacor-grahuel-jamase.

Otro ejemplo de acrónimos para recordar los nombres de los países que formaron el Eje durante la Segunda Guerra Mundial: RoBerTo (Roma, Berlín y Tokio, que son las capitales de Italia, Alemania y Japón, respectivamente).

Para memorizar los elementos químicos de la Tabla periódica, se puede usar la siguiente frase compuesta por acrónimos: «Hoy BEnito SaCó el TÍtulo de Vago CRomático MieNtras FElipe COmía NÍsperos CUbiertos de Zanahorias. Barcelona Con Navarra Ofrece Fresas HEladas» (Hace referencia a los elementos: hidrógeno, berilio, escandio, titanio, vanadio, cromo, manganeso, hierro, cobalto, niquel, cobre, zinc, boro, carbono, nitrógeno, oxígeno, flúor y helio).

Las asociaciones

Las asociaciones son una forma divertida y efectiva de memorizar palabras. Consiste en relacionar la palabra que se desea recordar con algo familiar, que puede ser un objeto, una experiencia vivida, un producto típico, etc. Por ejemplo, para recordar las provincias españolas, se puede asociar a cada una de ellas con algo que las represente o caracterice: Valencia con una paella; Burgos con una morcilla; Segovia con un acueducto. Esta técnica se puede reforzar realizando un dibujo de cada uno de estos objetos en un mapa.

El autor español Ramón Campayo Martínez, quien ha sido 10 veces campeón mundial de memorización, ha desarrollado varias técnicas mnemotécnicas para mejorar la mejorar y aprender idiomas. En su libro Aprende un idioma en 7 días (2011), menciona a las asociaciones inverosímiles como un método rapido para memorizar una gran cantidad de vocabulario en cualquier idioma. Esta técnica consiste en realizar una asociación imaginaria del término nuevo con algo absurdo e inverosímil.

La organización

La organización de la información es otro método mnemotécnico de gran utilidad. Consiste en organizar los datos que se desean memorizar en distintas categorías. Estas categorías pueden ser objetivas y lógicas; también pueden ser subjetivas, es decir, seleccionadas de manera arbitraria o personal, ya sea porque los elementos no están relacionados entre sí o porque la persona encuentra una relación que tiene sentido para ella aunque no sea lógica.

Para aplicar esta técnica, se puede hacer una lista de los elementos y dividirlos en categorías y subcategorías. De esta manera, se reduce la cantidad de elementos para recordar, porque las categorías serán menos y se convertirán en los disparadores de la memoria. Esto permitirá recordar todos los demás componentes de cada categoría.

Otra forma de organización que favorece la memorización es la fragmentación. Se trata de dividir un dato grande en porciones más pequeñas. Un ejemplo de esto son los números de teléfono y otros números de varios dígitos. Es más fácil recordar el número si se divide en tres partes: 999-341-027, que memorizar todos sus dígitos juntos: 999341027.

La conversión de números

Un método diferente y muy sencillo para memorizar números es la conversión. Para ello, se «convierte» cada número en una letra de manera arbitraria o formando una palabra que tenga sentido. Por ejemplo, si se desea recordar el año de la fundación del Museo Nacional del Prado (1819), es posible realizar la siguiente conversión: 1-A; 8-M; 9-L = AMAL = 1819.

Otra manera es asignarle una letra a cada número, siguiendo el orden de los mismos:

1A
2B
3C
4D
5E
6F
7G
8H
9I
0J

Entonces, la conversión dará como resultado la palabra: AHAI. Esta regla mnemotécnica es ideal para las personas que retienen mejor la información con letras que con números.

Otra forma de recordar números es inventar una frase que los contenga, especialmente si se trata de un número de varios dígitos, como el número Pi: 3.141592653589793238. Por ejemplo: «3 hermanos cruzaron la calle 14, a las 15 horas. Después de caminar 9 minutos y 26 segundos, llegaron al edificio 5. Subieron a la planta 3 y entraron en el departamento 5. Allí recogieron a sus 8 hijos. A las 9 de la noche, un vecino del departamento 7 les dijo que debían visitar al vecino del edificio 93. Cuando subieron a la planta 2, encontraron 38 euros en el piso».

Otros ejemplos de reglas mnemotécnicas

Otros ejemplos de reglas mnemotécnicas son:

  • El uso de las partes del cuerpo, como por ejemplo los nudillos, para recordar los días de los meses del año. Este método consiste en nombrar a cada nudillo y los espacios entre ellos con un nombre del mes. Se comienza por el mes de enero en el nudillo del dedo meñique de la mano izquierda. Así, los meses que tienen 31 días quedarán en cada uno de los nudillos y en sus espacios estarán los meses de 30 días y febrero.
  • Los acrósticos son una composición poética donde la palabra a memorizar se coloca de manera vertical y a partir de cada inicial se escribe una frase.

Bibliografía

  • Zeloni Magelli, E. Memoria Fotográfica: Técnicas de memoria básicas y avanzadas para mejorar la memoria – Reglas mnemotécnicas y estrategias para mejorar la memorización. (2020). España.
  • Macieira, M. Mnemotécnica: Técnicas de memorización para los estudios y para el día a día. (2016). España. Balbecube Inc.
  • Venegas Alfaro, L. (2021, 2 de mayo). Uso de la mnemotécnica para mejorar la memoria. Nanova.org. Disponible aquí.
  • García López, L. Reglas mnemotécnicas para memorizar contenidos educativos. Educación 3.0. Disponible aquí.
  • Urbina, M. (2013, 27 de julio). Mnemotecnia con siglas y acrósticos. Mnemotecnia.es. Disponible aquí.
Cecilia Martinez (B.S.)
Cecilia Martinez (B.S.)
Cecilia Martinez (Licenciada en Humanidades) - AUTORA. Redactora. Divulgadora cultural y científica.

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