La constelación de Draco, también conocida como constelación del Dragón, es una constelación larga y sinuosa, que se puede ver fácilmente en el hemisferio norte. Para encontrarla, se puede utilizar como guía a la estrella Polaris y la Osa Mayor. La constelación del Dragón es un conjunto de estrellas que le hace honor a su nombre, porque su disposición en el cielo se asemeja bastante al cuerpo de esa criatura mitológica.
Características de la constelación de Draco
La constelación del Dragón o Draco se compone de diversas estrellas brillantes que forman el cuerpo del dragón, y también muchas otras que se encuentran dentro de la región oficial designada por la Unión Astronómica Internacional (UAI) para esta constelación.
Las estrellas de la constelación Draco
Eltanin
La estrella más brillante de Draco se llama Eltanin, o γ Draconis. Es una gigante naranja y se encuentra a casi 150 años luz de la Tierra.
Athebyne
Athebyne o Aldhibain es una gigante amarilla y la segunda estrella más brillante de Draco. También se la denomina η Draconis. Es bastante similar a otra estrella de la constelación: Altais o δ Draconis. Ambas están ubicadas a aproximadamente 100 años luz de la Tierra.
Rastaban
Rastaban o β Draconis, es otra de las estrellas más brillantes de la constelación. Es una supergigante y se encuentra mucho más lejos que las anteriores, a más de 350 años luz.
Thuban
Otra de las estrellas más brillantes de Draco se llama Thuban. Su nombre se deriva del término árabe que significa «serpiente». También se la denomina α Draconis. Esta era la estrella polar hace miles de años. Debido a la rotación de la Tierra sobre su eje y el movimiento de precesión (como el de una peonza cuando rota), en la actualidad la posición de Thuban es distinta. Hoy, Polaris es nuestra estrella del norte, pero Thuban volverá a serlo dentro de unos 21.000 años.
Otras estrellas de la constelación Draco
También forman parte de la constelación Draco las estrellas: Edasich o ι Draconis, Z Draconis, BY Draconis o HD 101364, el sistema estelar Struve 2398, θ Draconis, κ Draconis, λ Draconis, Gianfar o Giausar, μ Draconis o Arrakis, ν Draconis o Kuma, χ Draconis, ξ Draconis o Grumium, σ Draconis o Alsafi, φ Draconis, χ Draconis, 2 Draconis, 10 Draconis o CU Draconis, 16 y 17 Draconis, 19 Draconis, 26 Draconis, 42 Draconis, 45 Draconis, 59 Draconis, entre otras muchas.
Otros objetos de cielo profundo en la constelación Draco
En la región del cielo donde se encuentra la constelación de Draco, además, se puede observar la nebulosa Ojo de Gato, conocida también como NGC 6543. Fue descubierta por William Herschel en 1786 y desde entonces ha sido observada por muchos astrónomos utilizando instrumentos terrestres, el telescopio espacial Hubble y el Observatorio de Rayos X Chandra. Se trata de una nebulosa planetaria que se encuentra a unos 3.000 años luz de distancia de la Tierra. Su forma inusual se debe a las inmensas nubes de material estelar que rodean la estrella. Esta nube está compuesta principalmente por hidrógeno y helio.
Además de la nebulosa Ojo de Gato, con un buen telescopio también se pueden ver otras galaxias en Draco, como la galaxia Enana de Draco o la galaxia espiral NGC 6503. También se observan cúmulos de galaxias, como el supercúmulo Abell 2218, así como galaxias en colisión y otras estructuras astronómicas.
Cómo encontrar la constelación de Draco
Encontrar la constelación de Draco es bastante fácil. Primero se deben ubicar a Polaris, la estrella del norte, la Osa Mayor y la Osa Menor. Estas estrellas están a ambos lados del cuerpo del dragón. Su cabeza está en un extremo, cerca de la constelación de Hércules y su cola está cerca del Carro de la Osa Mayor.
Mitos y leyendas de la constelación de Draco
Se cree que los antiguos egipcios orientaron algunas de sus construcciones hacia Thuban, como por ejemplo los pasadizos de las pirámides. Para ellos, la región del cielo donde se encontraba Thuban era un portal de entrada al más allá. Por lo tanto, si el pasadizo se orientaba hacia allí, el alma del faraón difunto podría realizar su viaje al más allá con éxito.
En la mitología griega, Draco era un dragón-serpiente, a quien Hércules mató en una de sus doce hazañas o trabajos. Posteriormente, el dragón se transformó en la constelación que está cerca de la constelación de Hércules. Además, a lo largo de los siglos, los griegos mencionaron a Draco y su relación con la diosa Minerva, así como sus aventuras como hijo del titán Gaia.
Los antiguos astrónomos árabes veían esta región del cielo como el hogar de dos hienas atacando a una cría de camello que forma parte de un grupo de especímenes adultos.
Bibliografía
- Heifetz, M.; Tirion, W. Un paseo por las estrellas: Una guía de las estrellas, las constelaciones y sus leyendas. (2019, sexta edición). Akala.
- Galfard, C. El universo en tu mano: Un viaje extraordinario a los límites del tiempo y el espacio. (2016). España. Blackie Books.
- Velasco Caravaca, E.; Velasco Caravaca, P. Guía del cielo 2021: Para la observación a simple vista de constelaciones y planetas, luna, eclipses y lluvias de meteoros. (2020). España. Procivel Editores.