Anton van Leeuwenhoek, padre de la microbiología

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Antonie Van Leeuwenhoek fue un comerciante textil holandés (mercero) y científico autodidacta que, casi en solitario, sentó las bases para el desarrollo de la bacteriología, la protozoología y la microbiología en general. Su trabajo, junto con otros, fue absolutamente decisivo para la refutación final de la hipótesis de la generación espontánea. A sus 40 años, Anton se convertiría en la primera persona en describir los organismos unicelulares que hoy llamamos bacterias; en su momento él los llamó «animálculos», término que describía los fascinantes seres que descubrió tras examinar una placa dental.

Biografía y descubrimentos de Leeuwenhoek

Antonie van Leeuwenhoek nació en Delft, Países Bajos, el 24 de octubre de 1632. En 1648 Leeuwenhoek empezó a trabajar como aprendiz de un comerciante textil, lo que le permitió conocer las lupas, herramientas utilizadas por los comerciantes textiles para contar la densidad de los hilos con fines de control de calidad. Veinte años después, en 1668, van Leeuwenhoek realizó su primera y única visita a Londres, donde vio un ejemplar de Micrographia, libro de Robert Hooke (1665) que incluía imágenes de textiles que despertaron su interés.

Empezó a realizar observaciones con la lupa y en 1673 comunicó a la Royal Society sus primeros hallazgos: piezas bucales, picaduras de abeja, un piojo humano y un hongo. En 1676, van Leeuwenhoek observó detenidamente el agua y se sorprendió al ver multitud de organismos diminutos. Estos organismos fueron las primeras bacterias observadas por el hombre.

Tras su descubrimiento, Leeuwenhoek envió una carta a Royal Society donde anunciaba con detalles lo encontrado. Estos hallazgos causaron asombro en la sociedad, aunque también provocaron cierto escepticismo; sin embargo, Robert Hooke repitió el experimento y confirmó los descubrimientos. En reconocimiento a sus hallazgos, Leeuwenhoek fue elegido miembro de la Royal Society en 1680, asociación con la que continuó mantuvo el contacto el resto de su vida, fundamentalmente por correspondencia.

El trabajo realizado le valió a Anton pasar a la historia como el «Padre de la microbiología» pues no sólo descubrió las bacterias, sino también las células sanguíneas, los nematodos microscópicos y los espermatozoides. Sentó las bases de la anatomía vegetal y se convirtió en un experto en reproducción animal. Así mismo estudió la estructura de la madera y los cristales. Además, fabricó más de 500 microscopios para ver objetos específicos, todo esto sin haber cursado educación superior y siguiendo el método de prueba y error.

Infancia, adolescencia y edad adulta

La infancia de Anton se vio afectada por la temprana muerte de su padre Philips Antonisz van Leeuwenhoek, quien murió cuando Anton tenía 5 años. Años más tarde, Margaretha Bel van den Berch, madre de Antonie se casó en segundas nupcias con el artista holandés Jacob Jansz Molijn, con quien Anton mantuvo una magnífica relación pero que también murió en 1648, siendo Leeuwenhoek un adolescente de 16 años.

Tras la muerte de su padrastro y en el mismo año, Anton entró como aprendiz en un taller de lino en Ámsterdam, donde demostró de forma rápida sus aptitudes, lo que le permitió ser rápidamente ascendido al puesto de mayor confianza por aquel entonces: cajero y contador del taller.

Años después, en 1654, Antonie regresó a su ciudad natal, Delft, donde abrió su propia tienda de pañería y mercería. Allí también vendía botones, cintas y otros accesorios textiles.

Fue también en 1654 tras su regreso a Delft cuando Anton contrajo matrimonio con Barbara de Mey, hija de un comerciante de telas con quien tendría cinco hijos, de los cuales cuatro murieron durante sus primeros años de vida. En 1666 falleció Barbara y, cinco años después, Antonie contrajo de nuevo matrimonio con Cornelia Swalmius, con quien no tuvo hijos. Cornelia murió en 1694 y Leeuwenhoek no volvió a contraer matrimonio.

Fabricación de lentes

El trabajo de Anton en el negocio textil le permitió trabajar con lupas de todos los tamaños para comprobar la calidad de las telas con las que comerciaba. Su interés por las herramientas que le permitían ver más allá de lo que a simple vista no podía lo llevó a la fabricación de lentes, reto que pudo lograr gracias a su experiencia con el manejo de perlas de vidrio como ayudas de aumento.

Los primeros lentes construidos por Leeuwenhoek eran esferas de pequeño milimetraje. Los registros indican que la lente más pequeña que fabricó tenía 1 mm de diámetro. El motivo de este reducido tamaño tiene que ver con la capacidad de aumento que tienen estas lentes, capaces de proporcionar un aumento de hasta 300 veces el tamaño real de lo observado.

Estas pequeñas lentes esféricas fueron utilizadas después por Leeuwenhoek para construir microscopios con los que se podía observar objetos de hasta 1,35 micras (μm), es decir, 0,00135 mm. A lo largo de sus 90 años, Antonie llegó a crear 500 pequeños microscopios que le sirvieron para realizar bocetos del contenido de líquidos como la sangre, y también de objetos sólidos, tejidos vegetales y tejidos animales.

Los microscopios creados por Anton Leeuwenhoek eran demasiado pequeños y no podían ser utilizados en todos los campos de investigación, pero fueron fuente de inspiración para crear los microscopios de la actualidad.

Anton van Leeuwenhoek falleció en Delft el 26 de agosto de 1723.

Fuentes

  • Antonie Van Leeuwenhoek. Famous Biologists en famousbiologists.org.
  • Lane, Nick. «The Unseen World: Reflexiones sobre Leeuwenhoek (1677) ‘Concerning Little Animals'». Philosophical Transactions of the Royal Society of London Series B, Biological Sciences 370 (1666) (19 de abril de 2015).
  • Van Leeuwenhoek, Anton. Carta del 12 de junio de 1716 a la Royal Society, citada por el Museo de Paleontología de la Universidad de California, Berkeley.
  • Imagen de Gordon Johnson en Pixabay
Carolina Posada Osorio (BEd)
Carolina Posada Osorio (BEd)
(Licenciada en Educación. Licenciada en Comunicación e Informática educativa) -COLABORADORA. Redactora y divulgadora.

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